Benidorm ¿escala de cruceros?. ¡Qué suerte Vivir en Benidorm?

La ciudad cierra la llegada del primer buque para el mes de octubre y se ofrece a otras compañías anunciando que no cobrará tasas. El barco, de una naviera alemana y con capacidad para 880 personas, fondeará en la bahía 5 horas y trasladará a los viajeros en botes propios

El desplome registrado por el puerto de Alicante el pasado año en la captación de cruceros –con 37.000 pasajeros menos y una caída del 46% frente a 2012– ha llevado al Ayuntamiento de Benidorm a lanzar una ofensiva para competir con la capital para ser escala de los buques que surcan el Mediterráneo. Tras un intento fallido de atraer cruceristas a través de un convenio firmado en 2009 con el puerto alicantino, y que acabó por no desplazar hasta Benidorm a ni un sólo viajero, la ciudad ha empezado a andar por su cuenta y ha logrado cerrar la llegada de su primer barco para el próximo mes de octubre. Y esperan que después de éste vengan más. Porque el Ayuntamiento tiene previsto «poner a las compañías todas las facilidades» que estén a su mano y, además, no cobrar ningún tipo de tasa a estos buques, uno de los principales escollos que ha llevado a las navieras a buscar alternativas para evitar atracar en la capital de la provincia.

El primer crucero que hará escala en Benidorm tiene prevista su fecha de llegada para el 16 de octubre. Se trata del buque MS Amadea, propiedad de la empresa MS Amadea Shipping, que opera la compañía alemana Phoenix Reisen y que ya hizo escala años atrás en Alicante. El buque, con 193 metros de eslora y capacidad para trasladar a 880 personas –620 turistas y 260 miembros de la tripulación–, llegará a la ciudad de la mano del grupo Pérez y Cía, uno de los principales consignatarios del Puerto de Alicante.

La ciudad será la decimoquinta escala para los turistas del navío, que parten el 28 de septiembre desde Alemania y, antes que Benidorm, visitarán distintas ciudades costeras de Reino Unido, Irlanda, Portugal, Marruecos y España –Almería, Benidorm, Dénia y Barcelona–, para continuar viaje hasta el puerto francés de Niza.

El crucero fondeará en la bahía durante cinco horas –de 8 de la mañana a una de la tarde–, tiempo durante el cual está previsto que la gran mayoría de pasajeros puedan conocer Benidorm y disfrutar de parte de su oferta comercial, de restauración, excursiones en el entorno e interior de Alicante, zonas como Alcoy, Castalla, Bocairente, Guadalest etc. Los turistas serán trasladados desde el barco hasta el náutico por medio de botes propios, que lleva acoplados el crucero para hacer el barqueo, y retornarán mediante el mismo sistema para continuar su singladura. El siguiente puerto será Dénia, donde el buque permanecerá otras cinco horas, de seis de la tarde a once de la noche.

Doble importancia como mercado

La llegada de este primer crucero a Benidorm será relevante para el sector turístico, principalmente, por dos motivos. Por un lado, por lo que significa lograr poner una pica en el turismo de cruceros, que en el conjunto de España generó el pasado año unos beneficios de unos 37.900 millones de euros, según el portal turístico Hosteltur.

Por otro, porque el pasaje que viajará en el MS Amadea estará compuesto mayoritariamente por turistas alemanes, con mayor poder adquisitivo y que representan un mercado que Benidorm perdió hace décadas y que nunca hasta la fecha ha logrado recuperar. Fuentes municipales destacaron que este barco podría ser «una primera oportunidad» para que los alemanes «redescubran» la ciudad y vuelvan a tenerla en cuenta como destino de sus vacaciones. De hecho, representantes de la compañía trasladaron al Ayuntamiento que creen que el casco antiguo de Benidorm puede ser de mayor interés para los alemanes que Alicante. Según las mismas fuentes, otros de los aspectos que más han valorado son la seguridad y la colaboración municipal.

Un reto desde 2011
El Ayuntamiento de Benidorm inició en 2011 su apuesta por volver a albergar grandes navíos. El primer paso se dio en 2011, con la llegada del crucero de guerra CG 64 USS Gettysburg, de la VI Flota estadounidense. A éste le siguió en 2012 un yate de lujo, el R.M. Elegant, que ha repetido estancia en la ciudad. Y se completará en unos meses con la recepción del primer gran crucero.