Esta mañana mientras me daba mi sagrado paseo matutino, y veía amanecer en la playa de Levante, (mi instante del día favorito), escuché de repente hablar a un grupo matrimonios de mediana edad, bueno, eso de mediana según con qué lo compares, digamos que eran maduritos en muy buen estado.
Bajaban todos ellos de un autobús, con matrícula de ningún sitio, pero su inconfundible acento gallego me hizo ubicarles rápidadmente. Yo que soy bastante cotilla, por eso me encanta escribiros periódicamente, me acerqué a una de las parejas y les pregunté ¿qué hacen en Benidorm un grupo de gallegos, ahora que se acerca la fecha de vuestro patrón? “La mujer, más lanzada a hablar que su marido, exclamo: “ufff!!! no nos hagas sentir culpables, nosotos somos super devotos de Santiago, pero mira, pocas veces cae la fiesta en lunes, y oye, precisamente ahora Santiago está demasiado lleno de gente…” todo esto imaginadlo con un acento gallego graciosísimo y muy marcado. Yo me quedé mirando a la parejita y no satisfecho con la respuesta continué mi interrogatorio “ya, pues a buen sitio han venido ustedes, porque Benidorm está lleno de gente, especialmente ahora en el puente de Santiago” Y la mujer me contestó: “Ya claro, si a nosotros en realidad, la gente nos gusta, pero venimos a Benidorm a pasarlo bien y a secarnos, queremos playa seca, no pasada por agua, y no queremos estar pendiente del parte meteorológico cada día de nuestras vacaciones, es que no sabes lo que es vivir todo el día mirando al cielo…” Y otra mujer que andaba por allí cerca de repente gritó: “si es que el camino de santiago tenía que pasar por Benidorm”. Me comentaron que cada vez se fletan más autobuses repletos de gallegos que quieren visitar la ciudad de la alegría y el buen tiempo, o sea Benidorm.
Entre risas me despedí de ellos, y prometí publicar su idea en algún medio escrito, y aquí estoy, dicho y hecho
Bueno, pues como dice la tradición que el Camino de Santiago pasa por todos los rincones del país, queda inaugurado desde este blog, desde la ciudad que nunca duerme, la ciudad del cachondeo, de la buena cerveza y de las mejores paellas del mundo, queda inaugurado pues, como lugar sagrado, y parada obligatoria en el Camino de Santiago.