Se construyó entre los años 1740 y 1780 en estilo neoclásico para albergar las imágenes de los patrones de la ciudad San Jaume Apóstol y la Mare de Déu del Sofratge o Virgen del Sufragio. Su exterior es sencillo, pintado en blanco con molduras y cornisas de color ocre, destacando entre todo el conjunto sus cúpulas azules, típicamente mediterránea.
Prácticamente exenta, el edificio se articula en tres plazas: en la Castelar, en la del Castell (estas dos situadas juntos al mar), y una tercera, la plaza de San Jaime situada mirando hacia el casco antiguo, es en esta zona donde se accede al interior del templo. También en esta parte podemos ver la torre del campanario, la cual cuando se construyó el templo estaba a la altura del tejado.
En su interior destacan las pinturas atribuidas a Giovanni Tognese. Su planta es de cruz latina con una cúpula de media naranja en el crucero y una nave central en cuyos laterales se reparten las diferentes capillas. De entre ellas destacan el retablo de madera del Altar Mayor y la de la Virgen del Sufragio, situada al lado del evangelio.
Es en el mes de noviembre cuando tienen lugar las diferentes fiestas patronales de la ciudad en honor a San Jaime y a la Virgen del Sufragio, uno de los actos más impresionantes de las fiestas es la escenificación del hallazgo entre las cenizas de la Virgen con el Niño Jesús en brazos.
Y es que según la leyenda, los vecinos de Benidorm vieron la llegada a sus costas de una pequeña embarcación sin tripulación alguna. Se pensó que tal desaparición fue causada por la peste y esto hizo que la población sintiera pavor del pequeño barco. Por ello se decidió quemarlo sin retirar nada, pero cuando las llamas se apagaron los niños comenzaron a buscar hierros y clavos entre las cenizas y lo que hallaron fue la imagen de la Virgen intacta que el barco había traído en su popa.
Otra capilla importante es la de la Virgen de los Dolores en la que podemos ver un retablo de seis pinturas en las que se representa la vida de Jesús, datado en la segunda mitad del siglo XVI. Justo debajo se encuentra un altar de piedra en cuyo centro se encuentra el sagrario.
En un lateral podemos ver la imagen de la Virgen de los Dolores del año 1942 y justo enfrente se encuentra una pintura sobre cuero de la Santa Faz, copia del Santo Rostro de Jaén. Una pintura de Nazareno sobre lienzo al óleo completa el conjunto de obras de la capilla.
En el interior de la iglesia no sólo es posible admirar las diferentes esculturas y obras de arte, sino que también y en ambos laterales de la nave central, podemos ver una muestra de maquetas que recrean las iglesias románicas más importantes de España con bastantes detalles e incluso tienen un corte transversal para poder ver sin problemas la parte de dentro del edificio.
Finalmente destacamos una pila bautismal de mármol negro veteado de blanco, que fue instalada por los Condes de Montealegre para bautizar a su hija María de los Desamparados en el año 1808. Según rece en el libro de bautismos de la parroquia, la pila fue pagada mitad por el pueblo y mitad por estos Condes, llegando a costar 100 pesos. Sobre ella se encuentra un cuadro de san Juan Bautista.
Vía ES Turismo